Intenté contactar con el hotel antes de la llegada para avisar que llegaría tarde y no contestaron al teléfono, a la llegada al establecimiento me dijeron que la compañera no contesta al teléfono por no quiere.
El servicio de cafetería casi inexistente y muy mala atención y obligándonos a mantener una pequeña reunión de trabajo con un televisor encendido a todo volumen, negándose a apagarlo por que ponían deportes cuando no había nadie más mirando la televisión.
El desayuno, pocas opciones y Maia calidad.