Yo no llamaría a este establecimiento hotel, sino hostel, aunque el precio es similar al de un hotel, así que es caro para lo que ofrece. La habitación es diminuta, no podíamos ni abrir la puerta, no hay armario ni mesillas, tampoco teníamos mando de la tele.
El baño tenía una ducha de esas portátiles con un agujero en el techo... hay que llevarse gel y champú ya que con un sobrecito de esos no alcanza... las toallas estaban sucias todas, sin excepción. Algo positivo: hay secador.
El colchón de la cama insufrible... han pasado días y todavía me duele la espalda.
Hay que llegar antes de las 7 porque cierran de 7 de la tarde a 8 de la mañana.
No hay ascensor y el edificio parece que se va a derrumbar.
El check out es a las 10.30.
Lo único positivo son los empleados(cuando los había).