El hotel carece de cualquier atractivo, los trabajadores, son correctos pero anodinos, y la mayoría parecen no hablar el castellano, da l sensación de estar en un hospital o residencia, resulta todo muy antiguo, nada acogedor, las paredes son de papel y se oye absolutamente todo, hay que hacer colas para cualquier cosa, el comedor está bastante mal organizado, la comida a la vista resulta poco apetecible, y en la práctica lo confirmas
Si solicitas la comida para picnic, de tan escasa y mala es casi ridícula: una sándwich mixto, una botella de agua, una naranja y una manzana, un biscote de pan tostado y una lata de paté...
Todo el hotel en general está anticuado y requiere de una rehabilitación cuanto antes, lo único moderno es la televisión de gran tamaño, que desentona en la habitación.
Íbamos a pasar un par de días en Port Aventura y era nuestro objetivo, y pretendemos repetir al parque, pero cambiaremos de hotel.