Lo queríamos de paso a nuestra llegada en el ferry, llegamos tarde y el restaurante estaba cerrado, pero abajo hay un bar-karaoke que abre 24h. Buenos bocadillos y te puedes reír un poco en el karaoke.
Está situado en un polígono industrial, un poco oscuro por la noche.
En la segunda noche a la vuelta del viaje que cenamos en el restaurante, estaba muy bien de relación calidad/precio.
El desayuno es a partir de las 7h, no lo pudimos aprovechar porque el ferry salía muy pronto.
Recomendable.