Delante hay para de bus, tanto diurno como nocturno, y el hotel esta bastante bien, los baños compartidos siempre limpios, y si uno esta ocupado tienes el del otro lado, el trato del personal perfecto, siempre atentos e intentando enterderse con nosotros en español. Se puede entrar y salir cuando se quiera, siempre hay alguien.
El desayuno en la habitación y mas que correcto, capuchinos recién hechos, tostadas con mantequilla y mermelada y croassants ( de bolsa).
Lo que si recomendaría, llevarse tapones, la gente es poco considerada y tiran las puertas, pero eso no es culpa del hotel, y el trafico en Italia es horrible, están todo el dia pitando y pasando ambulancias con la sirena puesta constantemente.