Nos encantó nuestra habitación, muy limpia y segura, la ducha en perfectas condiciones con agua caliente. La vista del balcón hacia la zona de reserva es muy lindo, llegan monos a la propiedad, no son agresivos pero si les gusta llevarse cosas de las habitaciones, son bastante atrevidos, por lo que se recomienda mantener las puertas cerradas.
Toda la experiencia en general, fue bellísima. El sendero hacia la playa es seguro y se toma unos 10 minutos para llegar a una playa sin olas.
Definitivamente será nuestro hotel cada vez que visitemos Manuel Antonio.