Establecimiento súper limpio y con camas cómodas, pero nada acogedor. No hay ni un cuadro,ni un pequeño detalle que recuerde a una habitación de hotel, parece un tanto carcelario. La habitación muy pequeña, no podíamos ni movernos en ella. Se oye mucho ruido de la calle y de otras habitaciones. El baño también súper pequeño y sin apenas espacio para dejar nada, pero estaba muy limpio, la ducha y el agua muy bien y las toallas también.La cafetería del hotel no la probamos porque en la misma calle hay un sitio excelente para desayunar genial a buen precio. No es fácil aparcar en la zona y el parking del hotel son 7 euros por día. Sopesando pros y contras, no volvería.