Genial. La casa esta un poco apartada del centro de la ciudad, pero en un sitio encantador. El dueño es un tipo genial: te enseñara las mejores vistas, los mejores onsen y cocina de maravilla. Estaras/eis como en vuestra casa.
Muy recomendable para acercarse a Beppu desde alli. El pueblo es muy tranquilo y precioso. Unos dias para desconectar de las grandes ciudades y relajarse.
Ademas si te gusta el arte, el dueño te puede presentar y llevar a conocer a artistas del lugar; sus casas y sus tiendas.
Muy acogedor y mucha amabilidad.
Las habitaciones son amplias, tiene internet, el wc y la ducha son compartidas.
Un velada cenando, ayudando a Enya a elaborar la comida, y tomando cerveza y sake es ideal.