Hemos disfrutado de una estancia maravillosa en el hotel Castilla Termal de Olmedo. Nos gustó muchísimo la piscina termal, tanto la interior como la exterior. El personal de recepción muy amable (creo que se llamaba Lidia la chica que nos atendió) y el desayuno muy rico y variado. La única pega que tuvimos es que, por la noche, padecimos un poco de ruido en la habitación por una boda que se estaba celebrando justo debajo.