El hotel es un lugar realmente encantador, un auténtico paraíso para disfrutar en familia y descansar. El personal, en su totalidad, fue sumamente amable y siempre mostraron una actitud cordial y sonriente hacia todos los huéspedes. Especialmente, quiero resaltar la dedicación y consideración de los chefs y meseros de los restaurantes y bares, quienes se tomaron muy en serio las alergias alimentarias que tengo, lo cual aprecio enormemente.
Sin duda, volvería a este maravilloso lugar. Sin embargo, me gustaría hacer algunas sugerencias constructivas:
En cuanto a la limpieza de la habitación, en general fue buena, pero hubo un par de ocasiones en las que encontramos trapos sucios utilizados para la limpieza en el tocador. Además, en algunas situaciones, solicitamos elementos específicos como toallas faciales o sodas para el frigobar, y no los dejaban en la habitación, lo que nos obligaba a llamar a recepción para obtenerlos directamente de allí. Entendemos que durante la temporada alta, el hotel recibe a un gran número de turistas, lo que podría afectar los tiempos de respuesta y la disponibilidad del personal.
Otro aspecto que consideramos podría mejorar son las almohadas de las camas en las habitaciones, ya que todos los miembros de la familia tuvimos algunas dificultades con ellas.