Sólo me quedé una noche y fue suficiente. Cuando pasas la puerta de entrada lo primero que encuentras es un olor desagradable, particular, penetrante. Al hacer el check in me dijo una señorita: “le comento que no todas las habitaciones tienen controles para tv y aire. Estamos llenos así que tampoco podríamos cambiar la habitación. No sabemos si su habitación tiene, es de suerte”. Al entrar a la habitación observas que no está del todo limpia, lo mismo el baño. No hay ningún distintivo de limpieza. Para que salga agua caliente tienes que esperar mucho, quizá unos 5 minutos. El baño no tiene ventilación, pero curiosamente sí se te meten los olores externos; el baño apestaba a cigarro. Entrar a él era como ingresar a la sala de fumadores. Los colchones son una piedra absoluta. El ruido quizá es lo peor de todo, escuchas como se baña la gente, como le bajan al baño. El día que me quedé me tocó que movieran muebles en la madrugada, gente enfiestada, niños llorando, gente que no paraba de toser, etc, etc. Mil sonidos que te despertaban una y otra vez y que no se escuchan lejanos, son claros, nítidos, fuertes. El check out fue rapidísimo. Dudo que exista seguridad en el estacionamiento. En suma, me parece que no pagas poco dinero y lo que el hotel te ofrece es deficiente porque si podrían poner atención a los detalles y echarle ganitas. Algunos dirán, pues sólo llegarás a dormir, sí, pero quizá no será reconfortante. El desayuno ya no lo probé.