Situación inmejorable, en el corazón del centro histórico de Salamanca, con párking propio a pocos pasos del hotel. Limpieza perfecta. Habitación perfecta. Personal atentos, amables y competentes, especialmente María. Desayuno excelente, tanto en variedad como en calidad, servido en el sótano del edificio, que resulta ser un entorno idílico. Hotel 100% recomendable, para repetir.