Llegamos 2 parejas de amigos, antes de las 15:00 hs hora de chek un, y nos asustamos un poco al ver la entrada bajita, de adobe y cerrada, pero luego al entrar nos encontramos con un hotelito encantador, perfectamente integrado al entorno, nos atendió una señorita que es un encanto, el sereno de noche nos horneó pan para el desayuno, riquisimo, todos muy atentos. En definitiva lo recomiendo por lo hermoso y tranquilo. Un hotel muy diferente a los estándares de 4 o 5 estrellas a los que estamos acostumbrados.