La ubicación es inmejorable, a dos pasos de la Plaza Mayor de Valladolid. El hotel es muy antiguo, aunque se nota que le han hecho pequeñas reformas y mejoras (la televisión es nueva, el secador también, la máquina de aire acondicionado...). Es un hotel barato pero hay detalles que no cuestan nada (no hay soporte para los rollos de papel del baño, no hay soporte para la alcachofa de la ducha...). Los pasillos necesitan un pequeño repaso de pintura. Mal insonorizado, se escucha todo tanto de la calle como de los pasillos. El trato del personal, excesivamente frio. Calificación final: muy pasable.