La vista es maravillosa! se ve todo Valparaíso y Viña desde las habitaciones. En este caso fuimos a habitación privada de cama doble con cama privada, pero el ambiente y la limpieza son perfectos. Nos dieron una pequeña botella de vino de cortesía, las toallas olían a lavanda y el baño a menta. La cama perfecta. Muy adecuando para quedarse por la noche y luego levantarse al desayuno de 8:30 a 10:30 que hacen en la cocina común. Tienen una pequeña carta para elegir qué se desea comer (panqueques, granola que hacen ellos mismos y más) y cocinan cerca de las mesitas del comedor, sin mencionar la increíble vista también desde ahí. Todo es acogedor, las personas son encantadoras. Lo recomiendo 100%
Tal vez está un poco arriba (tampoco es tanto) pero en taxi son 5 minutos desde el Puerto.