El check in en el hotel fue una misión imposible. No hay recepción cómo tal, así que el registro en el hotel lo tienes que hacer con una máquina en la puerta de entrada, y con un número se localizador que se supone me tenían que haber enviado en otro correo posterior al de confirmación que nunca llegó. Tuvimos que llamar por teléfono para que nos ayudaran, ... Eso sí, la chica que nos atendió muy amable, pero el programa dio error y tuvo que reiniciarlo para poder darnos las tarjetas de las habitaciones. Y todo esto esperando en la calle con el calor que hacía y cansados de un largo viaje. La habitación sí estuvo muy bien, grande y limpia, y con cocina equipada, y baño con todo lo necesario. Para ir al centro de Aranda está muy bien comunicado.