El hotel es hermoso, es campestre ubicado a las afueras de Calarcá, se puede llegar muy fácil. Está muy cerca del pueblo, incluso queda a 15 minutos de Armenia.
Las habitaciones son amplias, muy aseadas y con camas muy cómodas, tal vez cambiaría la iluminación, ya que las luces son un poco tenues. El hotel cuenta con parqueadero y WiFi con muy buena señal. Es tal y como se ve en las fotos.
El lugar tiene una linda piscina y jacuzzi.
El desayuno estuvo delicioso, aunque faltó la fruta o el juguito de naranja.
Me gustó mucho el hotel porque aparte de que las instalaciones son lindísimas, el personal es muy amable.
Sin duda volveremos.