El Hotel Alda Cardeña de Burgos me pareció un sitio aceptable. Cuando llegué fui recibido por una amabilísima recepcionista que me transmitió una gran alegría y una simpatía excepcional, junto con una chica del servicio de limpieza que también lo era. Me explicó todo acerca de lo que se podía hacer en el hotel, incluso me recomendó cosas para hacer fuera del hotel.
La habitación era cómoda con una cama y un aseo y un baño. Todo lo que ví del hotel, ya sea la recepción, las escaleras, el ascensor y mi habitación estaban completamente limpios.
Tiene muy buena comunicación con el Museo de la Evolución que está a 10 minutos del hotel y además si uno no quiere aparcar dentro del hotel puede aparcar alrededor del mismo, ya que hay espacio suficiente.
Volvería al hotel otras veces por lo que recomiendo al 100%.