Hotel nuevo, pero muy mal conservado, se nota que no hay mantenimiento. Ubicado a 5 km del pueblo de Sigiriya, totalmente en medio de la nada, ni siquiera el paisaje es bonito. El wifi es malísimo, sólo conectas en el pasillo, ni en la habitación, ni en el restaurante, ni en la piscina, sólo en el pasillo.
Las habitaciones están sucias, en dos días no vinieron a limpiar ni a hacer las camas.
La relación calidad precio la peor de todos los hoteles en los que nos alojamos durante nuestra estancia en Sri Lanka