Ya al llegar nos llevamos la primera decepción, el estacionamiento muy angosto, no muy limpio, oscuro. Nos subimos al ascensor, el piso muy deteriorado, urgente cambiarlo, para después al querer ir a la piscina, que se ofrecía, nos dicen que ya hace tiempo que no existe. El personal, su apariencia, disposición, amabilidad, muy buena, lo que nos ayudó a olvidar el resto. ojalas puedan mantenerlo mejor y no ofrecer cosas como la piscina si no la hay.