Todo en general muy bien. El único "pero", entendiendo que influía el tema COVID, sería el desayuno, muy pobre y justo. Pagar 10 euros por un café y dos tostadas...Si, evidentemente podría haber desayunado más, pero ante el "agobio" de las dos personas que daban el servicio, pues tampoco dan "ganas" de molestarlas y hacerlas perder el tiempo, con lo que al final, acabas por "decirles la comanda" y desayunando austeramente por un precio elevadísimo.
Vuelvo a incidir no obstante en que si no digo nada de todo lo demás es porque lo consider mucho más que correcto.