Elegimos este hotel para darnos un capricho después de 10 días viajando por Marruecos. Lo elegimos por el spa, que resulta que está en otro edificio aparte, y por la piscina/jacuzzi, que estaba sin agua. Y en la terraza apenas te podías sentar porque era por donde tenían desparramada toda la colada secándose. Así que nuestro gozo en un pozo.
Por lo demás, en general la decoración está bastante cuidada y el hotel es muy bonito, aunque le empiezan a faltar detalles de mantenimiento. En nuestra habitación por ejemplo había varias bombillas fundidas lo que hacia que por ejemplo te tuvieras que duchar casi a oscuras.
En resumen, a mi modo de ver la relación calidad-precio no es muy buena. Es un quiero y ya no puedo.