Está en un buen lugar, hay un súper cerca y muchos lugares donde comer o tomar un café. La habitación deja algo que desear. Para empezar, deberían aclarar que el aire acondicionado es un aire portátil, que si bien logra enfriar algo no hace el mismo trabajo que un equipo fijo. Además, esto hace que la ventana que está en la habitación donde está la cocina no se pueda cerrar, lo que hace que el ruido y el aroma de los puestos callejeros de comida que están en la esquina entren desde temprano (el sonido es tolerable ya que incluso incluyen tapones para oídos pero el aroma a aceite y garnachas nada lo tapa). La habitación en general está OK, aunque necesita mantenimiento. Además, algunas cosas no tienen sentido: del lado de la cama donde está el buró no hay interruptor para encender y apagar las luces de la cabecera; la zona donde está el escritorio no tiene conexión para conectar una laptop o algún otro equipo; la televisión está conectada con un cable parchado que va al aire acondicionado portátil que deja mucho que desear; la habitación tiene un armario improvisado para colgar ropa que está encima del buró de la cama, a menos que seas una persona muy alta es imposible usarlo; el baño tenía la manija suelta, no se podía cerrar la puerta; y los muebles que están en la cocina a manera de desayunador son la cosa más incómoda del mundo, no se a quien se le ocurrió que una mesa alta con periqueras era ideal para una habitación. Honestamente, no dan ganas de regresar.
