El edificio, justo en frente de la estación, es viejo. Las habitaciones están reformadas, son sencillas y muy limpias. Las camas son muy confortables. No tiene ascensor y para entrar y salir con un carrito no es práctico. Un aspecto a mejorar serían la cunas. Nos pusieron una de viaje sin colchón. Este tipo de cunas cuentan con una base algo acolchada, pero no lo suficiente como para poner a dormir ahí a un niño toda la noche.