El lugar nos encanto, muy cómodo, limpio, con acceso a la playa, podíamos comer disfrutando de la vista a la playa, además de disfrutar de la visita de unos monos cara blanca, alguna iguana, y otros animalitos que podíamos contemplarlos de manera segura. El desayuno fue excelente y el personal todos fueron muy amables, sin duda regresaremos. También disfrutamos de la alberca. Solo los costos del restaurante se me hicieron un poco elevados, pero el sabor era muy rico, no se si el precio elevado era por la zona.