No es que esté mal, pero el precio no corresponde, no sé dónde están las 3 estrellas. Ningún armario, ni cajones, solo dos mesas de cama con taburetes. Menos mal que me dejaron una silla para poder trabajar.
La atención, buena, salvo por el incidente de entrada, que por problemas suyos me tuvieron más de una hora de espera hasta poder entrar en la habitación