El hotel es un edificio histórico, bonito... pero no se ha mantenido adecuadamente para su categoría de 4 ****.
La habitació era sencilla, poco espaciosa y no disponía de equipamiento propio de un hotel de su categoría: ni frigo-bar, ni cafetera, ni hervidor de agua... y el secador de pelo, se tenía que solicitar en recepción.
El desayuno-buffet fue correcto y completo, aunque los platos calientes (huevos, salchichas, bacon...) se sirven bajo solicitud. Si no te enteras, no los pides pues...
El personal de recepción, amable pero no agil en la realización del check-in y check-out.