Personal amable y servicial, desayuno variado y abundante -quizá se agradecería una repostería menos convencional-, habitaciones cómodas, amplias y tranquilas.
Junto a la estación y a un paso del centro de Utrecht y del enorme centro comercial Hoog Catharijne.
Alquilan bicis.
Pese a lo que el sistema indica, pasamos una semana en él y no nos importaría repetir