Nos alojamos en el apartamento 33, realmente es una habitación con cocina a la que han embutido un sofá cama y una mesa impracticable. La mesa está en una especie de terraza acristalada pero no se podían ni retirar las sillas para sentarse.
El colchón tenía un lado destrozado, a simple vista se ve que está hundido, imposible levantarte sin dolor de espalda.
La ubicación del apartahotel es buena, buena comunicación con autobuses y estaciones de metro cercanas.
Multitud de bares y tiendas en los alrededores.
La atención del personal de recepción ha sido buena.
No está mal para 2 personas, pero nosotros éramos 2 adultos y 2 niñas.
Al llegar te cobran 350€ de fianza por si hay desperfectos, a nosotros nos los han devuelto a las pocas horas, pero no nos había ocurrido en ningún otro hotel.
No volvería a repetir.