Nadie nos recomendó el Hotel, lo elegimos por la información que obtuvimos a través de internet. Pues bien, todas nuestras expectativas quedaron superadas ampliamente durante nuestra estancia. La Casa de la Cadena es un caso excepcional en el mundo de la hostelería, un lujo al alcance de cualquiera, una suerte para quien lo elija. Nada mas traspasar la puerta de entrada te das cuenta de que allí se ha puesto mucha pasión y profesionalidad, todo está cuidado hasta el detalle, las zonas comunes, las habitaciones con sus amplios baños, las camas, los armarios, todo en armonía, cómodo, limpio, con colores relajantes, impecable. Antonio y Marisol saben perfectamente lo que hay que hacer para que sus clientes disfruten, te atienden con amabilidad, están pendientes pero sin agobiar, todos los días te preguntan por si necesitas alguna cosa, te informan de los lugares que puedes visitar, que conocen como nadie, y te dan la posibilidad de degustar sus deliciosos desayunos y cenas en los que incluyen los sabrosos (¡Ay que tomates!)productos de su huerto, por un precio más que discreto. La ubicación del hotel: estratégica, cerca de Pamplona y de los bellísimos espacios naturales de Navarra. Estuvimos cinco encantadores días, del 2 al 6 de septiembre de 2015. Luisa y José Miguel