Amabilidad extrema en recepción de Ricardo y María, del director Rooney (nos ayudó en todo momento con la reserva) y de Natalia en el desayuno. Gracias a ellos, tuvimos una estancia fantástica.
El hotel está muy bien situado. La cama muy cómoda, y la limpieza muy buena.
Si volvemos a Dublín, repetiremos este hotel.