Es un hotel antiguo reciclado con buen criterio, y expandido a un segundo local que se encuentra enfrente. El Frontera Plaza es un poco mejor, en términos de infraestructura; y el Frontera clásico es un hotel un poco más antiguo pero correctamente mantenido. El personal más joven es muy amable y servicial. En mi caso, sin embargo, tuve algunos problemas operativos. El pago no se había acreditado, y el late check out que el primer día me concedió explícitamente alguien que se presentó como gerente, el último día no era aceptado por el personal de recepción, lo que generó problemas de logística con mi trabajo y los medios de transporte, además de un mal momento.