La familia anfitriona siempre amables, atentos, preocupados y simpáticos. Las habitaciones limpias, los desayunos muy contundentes y ricos. Con una terraza con buenas vistas, su primer piso con sus sillones para conversar a cualquier hora. Con respecto a la ubicación, cercano a la estacion de trenes (junto al acueducto bizantino) y al terminal de buses. Al lado del museo de Efeso y de la via peatonal con arboleda que lleva al templo de Artemisa y al sitio arqueológico de Efeso, y con caminatas no muy extensas se llega a la Basilica de San Juan, mezquita Isa Bey, Castillo de Ayasulu, etc.
El único punto a considerar es que solo cuenta con escaleras para subir al segundo piso y a la terraza