Nuestra estancia ha sido positiva.
La ubicación del hotel es cómoda y práctica, ya que a la vuelta de la esquina está la estación de Laim la cuál connecta con el centro en diez minutos.
El trato del recepcionista y de las recepcionistas ha sido muy agradable y atento. El desayuno muy bueno, completo y variado.
Consideramos que lo único a mejorar es la limpieza de la habitación.