Como en casa...
El sitio es tranquilo, el alojamiento acogedor y la sensación impersonal que transmite un hotel no se aprecia en ningún momento.
El personal con el que nos coincidió tratar fue agradable y atento y el desayuno, aunque en principio puede parecer un poco caro, es completo y muy bueno.
Quizá lo que desde mi punto de vista podría ser mejorable es la capacidad del aparcamiento, es cierto que no es un problema insalvable porque en las inmediaciones de la casa hay sitio para aparcar, pero la realidad es que siempre te aporta un plus de tranquilidad poder dejar el coche en una zona cerrada.