Nuestra estancia ha sido durante el puente del pilar, estuvimos tres dรญas y el resumen ha sido maravilloso. Desde la recepciรณn ya te encuentras como en casa, la amabilidad del personal es absoluta y las instalaciones son muy acogedoras.
Las habitaciones son como pequeรฑos museos de decoraciรณn, no falta detalle alguno, jabones ecolรณgicos, muebles artesanos, buena iluminaciรณn...
El patio que rodea la casa es increรญble y dispone de un cenador y tumbonas para disfrutar de las vistas que ofrece el lugar.
Tambiรฉn dispones de una cafetera y varias estancias para relajarte, pudiendo ojear las decenas de libros que hay o tomarte una copa nocturna en uno de sussalones.Por la maรฑana decidimos coger el desayuno en el propio hotel, todo un acierto, pudimos disfrutar de cafรฉ con tostadas, acompaรฑado de diversos panes (maiz y pipas, pasas, integral con semillas...) tambiรฉn dispones de mermelada de arรกndanos, tomate natural triturado, bizcocho casero, mantequilla...
En otra bandeja nos encontramos diferentes quesos, lacon, jamรณn serrano...
Y para rematar te ofrecen huevos con bacon y croissant a la plancha por si te parece poco lo anterior.
Despuรฉs del desayuno, nos comentaron unas visitas por diferentes lugares que aรฑadimos a nuestra agenda y completaron la ruta que tenรญamos prevista.
Total, nuestra estancia ha sido inmejorable en gran parte por las dos personas maravillosas que regentan ese rinconcito de ensueรฑo y por la majestuosidad de las tierras asturianas. Volveremos sin duda.