El cliente demostró en todo momento que buscaba cualquier excusa para conseguir un descuento. Forzó mediante una extraordinaria mala educación a todo el personal de recepción para tratar que le respondieran mal y así poder hacer una queja formal. Se quejaba de ruidos en una habitación contigua que resultó estar ocupada por una pareja mayor y que no hacían ruido ninguno.Sospechamos que, o bien es una persona con las facultades mentales perturbadas o estaba buscando desde su llegada un descuento sin justificación objetiva. De hecho, cuando se le propuso cambiar a una habitación más tranquila, lo rechazó porque dijo que solo aceptaría un descuento.