El hotel está correcto, aunque se nota que han reformado una parte, alguna otra zona está muy anticuada. Lo peor es el aislamiento acústico de las habitaciones: se oye todo lo de los pasillos y habitaciones colindantes. Es dog friendly y varios días por la noche se oía ladrar a un perro. Deberían mejorar en ese punto.
Lo mejor de todo la ubicación, al lado de la Plaza Mayor