Villa Le Prata es una estancia espectacular para un viaje en pareja. Cerca de Montalcino centro pero en medio de viรฑedos idรญlicos. El servicio es profesional y personal. Destacamos el gran trato de Minnie, quien en todo momento, con una sonrisa, hizo todo por mejorar nuestra estancia. Las habitaciones son todas distintas (es parte del encanto), y la nuestra (Tirso) era amplia y con unas vistas espectaculares. La decoraciรณn es exquisita. No faltan detalles como chanclas para la piscina infinity que es preciosa, especialmente al atardecer. La cata resulta un poco corta para los entendidos de vino, pero los vinos son de alta calidad. La comida es muy buena, aunque el servicio de cena es pausado y las opciones son limitadas (algunos platos faltaban). Se crean amistades fรกcilmente con otros huรฉspedes durante toda la estancia, lo que hace que el sitio sea muy familiar, en el buen sentido. Por รบltimo, mencionar a Tannino, el adorable gato adoptado que nos hizo felices todos los dรญas. Con ganas de repetir. Gracias familia!