La limpieza es genial, pero recomiendo no llegar en día miércoles mientras hacen limpieza general y levantan muchísimo polvo con máquinas en extremo escandalosas.
Aunque todo el ambiente es bellísimo e invita a largas caminatas, cuando un huésped requiere servicio de taxi se complica demasiado pues son muy pocos los transportes disponibles.
Si usted lleva auto, recomiendo Bosque Escondido, pero si le dan una habitación lejana y no tiene alternativa de transporte no espere demasiado apoyo del hotel, a no ser que tenga la suerte de que David Morales -recepcionista amable y servicial-le salve el día, como sucedió en nuestra placentera estancia.