Llegamos a este lugar por la ubicación principalmente, necesitábamos un hotel a las afueras de Mérida, y en verdad nos sorprendió. El lugar es ideal para descansar, muy tranquilo y con privacidad. La habitación era muy amplia, limpia e iluminada. El desayuno estuvo riquísimo y la atención de la dueña y la familia es excelente, están al pendiente de tus necesidades y se encargan de que tu estadía sea de lo mejor. Excelente para niños. Sin duda volveremos.