Hace cerca de 5 años que no iba a Morelos, el hotel me sorprendió lo bonito que es, la verdad es una propiedad que mezcla el ambiente colorido y tradicional de una hacienda con la naturaleza y lo moderno, sin embargo la atención tanto en la recepción como la anfitriona del restaurante deja mucho que desear. No volvería porque el servicio no vale la pena.