El acceso al hotel es incómodo, está en una glorieta con mucho tráfico y hay que entender bien como dar la vuelta para llegar, y lo mismo para salir. El estacionamiento es pequeño, insuficiente, quedan lo coches muy próximos y si queda al fondo hay que salir de reversa con cuidado.
Tiene un supermercado atrás, que es conveniente, pero el acceso directo está cerrado, porque hay que dar vueltota por afuera en la calle.
Los vidrios de la habitación muy sucios, anexo foto, fuera de eso limpio y el personal en general muy amable, sobre todo en el comedor