Esta muy bien ubicada, cerca del metro, de paradas de camión, del tren suburbano, de los taxis acuáticos. A unos pasos de la Milla y a un par de cuadras del Parque Milenium.
La vista al río es increíble. Toda la noche se escuchan sirenas de bomberos y ambulancias.
Las habitaciones son muy pequeñas. Llama la atención a que hay que llamar a recepción para pedir que vayan a hacer la limpieza del cuarto.
No tiene restaurante.
El personal es muy amable, desde limpieza y camareros hasta recepción. Muy dispuestos a ayudar.
El estacionamiento es caro, aun con el acuerdo.