Estoy muy complacida de haberme hospedado en el Hotel Casa Blanca. La propiedad es antigua, pero las habitaciones están totalmente renovadas. Su personal es muy amable, desde las personas de front desk, las camareras, y el equipo que destaca es el de meseros y cocineros. Son extremadamente amables. Les sugiero pagar el buffet de desayuno pues es un desayuno muy completo y delicioso. La ubicación es excelente para quienes quieren caminar de forma segura en CDMX. Hay una pequeña piscina, muy agradable en la azotea. Regresaré siempre que pueda a este hotel, muy recomendado.