Lamentablemente el peor hotel en el que me he hospedado en toda mi vida. Al parecer vive gente de manera permanente en el lugar y por la noches, todas las noches, hay gritos, portazos y pleitos entre ellos. La gente cocina en una estufa que está en el pasillo y el olor a comida, pescado frito por ejemplo, impregna las habitaciones por horas. La calefacción es un tubo expuesto que va del piso al techo de la habitación y cada que se activa hace un ruido infernal; en los días más fríos la activación se daba cada 2 horas más o menos, imposible dormir. En los días no tan fríos, la habitación es un horno, solo tiene un ventilador de techo, no hay aire acondicionado. El mobiliario (por llamarlo de alguna manera) de la habitación, cayéndose a pedazos. Esto es increíble: si requieres una alarma o detector de humo, debes solicitarla en la recepción porque en las habitaciones no hay. La limpieza bastante aceptable en la habitación, no así en los pasillo y áreas comunes que eran un mugrero.
En resumen: ¿quieren un hotel "barato" en Nueva York?, este es el que buscan, pero prepárense a pagar las consecuencias. Por cierto, el cargo de toda la estancia lo hacen durante el check-in para que no se vayan a arrepentir...