El hotel tiene una ubicación excelente, es pintoresco, agradable y las instalaciones son limpias. Sin embargo, durante nuestra estancia el descanso fue complicado debido al ruido constante: el personal del restaurante hacía mucho ruido moviendo muebles y hablando fuerte, tanto tarde en la noche como muy temprano en la mañana. Aunque solicitamos mayor silencio, no hubo mucha respuesta.
También tuvimos problemas con el aire acondicionado, que no enfriaba. A pesar de varios reportes, no se solucionó hasta que insistimos más y un técnico descubrió que los filtros estaban muy sucios.
Es un hotel con buen potencial, pero la falta de control del ruido y el mantenimiento afectan seriamente la experiencia.