El personal del hotel se merece una matrícula de honor, tanto las camareras de habitaciones, como el personal de recepción, como los camareros del bar y del restaurante. Sin duda fue la clave de nuestra buena experiencia.
Nos alojamos en una suite y lo recomiendo para todos los que, como nosotros, viajen con bebés, ya que te permite seguir activo mientras ellos duermen.
Como punto a mejorar. Sin duda las ventanas. No aíslan nada el calor y si la habitación tiene sol de tarde se convierten en un auténtico radiador. Es. Estas que con el aire acondicionado mantienes la temperatura a raya pero a costa de tener las cortinas dobles echadas todo el día.