Todo parecía genial en este hotel, la experiencia iba muy bien… hasta que se convirtió en una pesadilla que jamás hubiera imaginado.
El viernes 19 de septiembre a las 3:10 pm entregué mi auto al hotel, confiando en que estaría en buenas manos. Al día siguiente, sábado 20 de septiembre a las 9:20 am, fui a recogerlo. Menos de 24 horas bastaron para que, estando en su custodia y con sus empleados manejándolo, mi vehículo terminara chocado y dañado.
Lo peor no fue el golpe en el auto, sino la manera en que el hotel reaccionó: primero dijeron que se harían responsables y me dieron confianza, pero después, con toda frialdad, se deslindaron del problema y negaron la evidencia.
Me siento engañado, vulnerado y con una enorme impotencia. No se trata solo de un raspón, sino de la falta de seriedad y respeto hacia un huésped que confió en ellos.
Las pruebas son claras: fotos tomadas inmediatamente después e imágenes de sus propias cámaras que muestran lo sucedido. Aun así, el hotel decidió hacerse a un lado como si nada.
Comparto mi experiencia y las evidencias como advertencia: si en menos de 24 horas no pudieron cuidar un auto bajo su resguardo, ¿cómo se puede confiar en la seguridad y el servicio que ofrecen a sus huéspedes?
Mi recomendación es clara: no se hospeden en este lugar. No vale la pena arriesgar su tranquilidad ni su patrimonio con un hotel que promete responsabilidad, pero al final solo busca deslindarse.